El amigo invisible 

El amigo invisible se ha convertido para nosotros en una tradición.

Ya sabemos que las fiestas navideñas nos llenan de alegría y espíritu festivo, por eso el amigo invisible nos une de una manera única y emocionante. Es más que un simple intercambio de regalos; es la oportunidad de expresar amor, amistad y gratitud de una manera especial. Por eso nos gusta celebrarlo a inicios de año, después de los Reyes, para poder compartir un tiempo de calidad entre profesionales y residentes, además de un pequeño aperitivo.

Desde la entrega de papeles en la comida navideña anual, cada uno de nosotros ha estado preguntándose quien será nuestro misterioso benefactor y qué sorpresa nos espera. La magia está en el aire mientras cada uno de nosotros abre con cuidado el regalo perfecto esbozando una sonrisa de alegría. El amigo invisible tiene el poder de hacer que alguien se sienta especial, pues la atención al detalle es lo que más importa ya que a la hora de comprar el regalo siempre se piensa en los gustos de la otra persona.

Además, para hacer el juego más emocionante, se le pide a la persona que recibe el regalo que intente adivinar la identidad del amigo invisible. Las risas, las sorpresas y las expresiones de gratitud llenan la habitación, creando recuerdos duraderos y fortaleciendo los lazos entre nosotros.

Este intercambio de regalos supone para nosotros el hecho de dar comienzo al nuevo año con un toque amor y buena voluntad.

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