El otro día decidimos que a la casa le faltaba algo… un toque de vida, de color, de frescura. Así nació la idea de plantar macetas entre todos. Con tierra en las manos, sonrisas compartidas y un poquito de paciencia, fuimos llenando rincones del hogar con plantas que ahora nos acompañan día a día.

Más que decorar, fue una experiencia de unión: aprendimos, reímos y colaboramos, dejando que cada semilla nos recordara que juntos también podemos crecer.

Plantar macetas en equipo es una actividad que fomenta la colaboración y el cuidado compartido dentro de la vivienda . Al trabajar juntos para elegir, sembrar y regar las plantas,  desarrollan habilidades prácticas y fortalecen el sentido de comunidad.

Esta experiencia ofrece múltiples beneficios:

  • Emocionales, al generar bienestar, calma y satisfacción al ver crecer lo que se cuida.

  • Sociales, porque promueve la comunicación, la cooperación y el sentimiento de pertenencia al grupo.

  • Cognitivos, ya que estimula la memoria, la atención y el aprendizaje de rutinas.

  • Físicos, al implicar movimiento suave, coordinación y responsabilidad en el cuidado diario.

En conjunto, es una actividad sencilla pero muy enriquecedora que convierte cada maceta en un símbolo de vida, compañía y esperanza compartida.

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