Según la página oficial de la Organización Mundial de la Salud (OMS),
“En un episodio depresivo, la persona experimenta:
+ Un estado de ánimo deprimido (tristeza, irritabilidad, sensación de vacío)
+ Una pérdida del disfrute o del interés en actividades, la mayor parte del día, casi todos los días, durante al menos dos semanas
+ La dificultad de concentración
+ El sentimiento de culpa excesiva o de autoestima baja
+ La falta de esperanza en el futuro
+ Pensamientos de muerte o de suicidio e incluso intentos
+ Alteraciones del sueño
+ Cambios en el apetito o en el peso
+ Sensación de cansancio acusado o de falta de energía.
Durante un episodio depresivo, la persona afectada experimenta dificultades considerables en su funcionamiento personal, familiar, social, educativo, ocupacional y en otros ámbitos importantes.
Los episodios depresivos pueden clasificarse en leves, moderados o graves, en función del número y la intensidad de los síntomas, así como de las repercusiones en el funcionamiento de la persona.” (1).
La depresión no es solo estar triste, la depresión es real y muchas veces se confunde y genera un diagnóstico tardío. La depresión es la principal causa mundial de discapacidad.
Este día, 13 de enero, pretende sensibilizar, orientar y prevenir a la población a nivel mundial sobre esta enfermedad. Es muy importante buscar ayuda profesional cuando se detecta cualquiera de las sintomatologías expuestas en el apartado anterior sobretodo si persisten en el tiempo. ¡No lo dejes pasar!