💜 Por una salud mental con perspectiva de género

En el ámbito de la salud mental, las mujeres han sido fundamentales como profesionales, investigadoras y activistas. Pero también es clave visibilizar a aquellas que viven con un diagnóstico en salud mental y enfrentan un doble estigma: el de la enfermedad y el de género.
Los estudios muestran que las mujeres tienen mayor riesgo de padecer ansiedad, depresión, trastornos de la conducta alimentaria, estrés postraumático, disociación de la realidad, etc. Muchas veces como resultado de factores estructurales: violencia de género, desigualdad económica, sobrecarga de cuidados y falta de acceso a tratamientos adecuados.
A lo largo de la historia, la salud mental de las mujeres ha sido minimizada, malinterpretada o incluso utilizada en su contra. Diagnósticos erróneos, tratamientos no adaptados y la romantización del sufrimiento femenino han perpetuado la idea de que las mujeres deben ser resilientes sin apoyo.
El 8 de marzo, no solo reconoce el trabajo de las mujeres en la salud mental, sino que también alza la voz por aquellas que viven con un diagnóstico y merecen apoyo, respeto y atención de calidad.
Porque ninguna mujer debería enfrentar sola su lucha. Porque el cuidado de la salud mental también es un derecho.