Nuestro querido Ángel de la guarda
14 de enero, la llamada que nadie quería recibir, nos informan que por fin descansas, que dejas de sufrir pero que el precio ha sido partir de este mundo hacia lo invisible para los ojos.
Dejas un reguero de recuerdos, aprendizajes y experiencias. De hecho, esta familia que dejas no ha podido resistirse a hacerte una carta porque todos coincidimos y sabemos que no vamos a poder olvidarte nunca y siempre formarás parte de nosotros:
“Ángel, Einyel, “querido”, como tú siempre nos llamabas.
De todas las despedidas que nos ha tocado afrontar, la tuya ha necesitado de papel y boli en un intento de amalgamar unas palabras decentes hacia lo que nos unía. A cada uno de nosotros nos has dejado una pequeña huella muy bien marcada, de esas que quedan tatuadas para siempre y que pretendemos (por supuesto) seguir cuidando y echando crema para que jamás se deshidrate. Enumerar todas las cosas que vamos a echar de menos de ti es como contar cuántas gotas de agua componen el océano Atlántico, pero igualmente queremos rescatar aquellas que nos han marcado a todos.
Para empezar, el gran placer de haber coincidido contigo, la inmensa suerte de conocerte, el privilegio de tenerte cerca y aprender de tu forma única de ver y estar en este mundo. Quedamos totalmente agradecidos a esta vida de que decidiera ponerte en el mismo camino permitiéndonos recibir esa gran lección de vida que no podremos olvidar jamás y conocer el significado de HUMANIDAD, un adjetivo que se han repetido todas las personas que están a tu alrededor. Qué curioso, si buscamos en el diccionario el significado de esta palabra nos sale “naturaleza humana” y determinan esta palabra como abstracta utilizada sobre todo en las ramas filosóficas que tienen la intención de dilucidar una aceptación aproximada de qué es realmente la humanidad, pero eso es porque no te han conocido a ti. Si nosotros tuviéramos que definir la palabra humanidad sería como si nos pidieran describirte a ti: “cualidad y valor que poseen una persona que profesa la sinceridad, la franqueza, la compasión, la empatía y ayuda por y para los demás, la sabiduría a dar muy buenos consejos y reflexiones, la templanza para mantener la calma y hacer que los problemas se vean desde otro punto de vista que hace que la solución a su vez se vea de forma sencilla, el optimismo para sacarle a todo lo malo su parte positiva, la transparencia por tratar a todas las personas por igual sin categorías ni discriminación, fortaleza por luchar por los derechos de las personas más vulnerables y honestidad por defender un mundo de verdades sin juzgar a otras personas sin conocer sus circunstancias de vida”.
Además, el hecho de pensar en ti siempre nos trae a la mente tu gran SONRISA. Echaremos mucho de menos no ver esa sonrisa y escuchar tu risita por el despacho y las viviendas. Esa sonrisa que viene acompañada con esa mirada que traspasa y va más allá de las cosas aunque nos reconforta mucho saber que tú nos seguirás viendo allá donde estés.
Por supuesto que no podemos olvidar tu amor repartido en mil formas, todas tus bromas, la tranquilidad de saber que estabas ahí, tu necesidad de proteger a los demás para que no sufran aguantando tus propios dolores pero sujetando el mundo para que otros no caigan, tu gran hospitalidad por recibir con los brazos abiertos a cualquiera que entre por el despacho haciéndole sentir parte de esta pequeña familia.
Claro que de forma individual, algunos de nosotros no pueden olvidar algunas cosas en concreto, pero que darían lo que fuera por que volviera a ocurrir. Lobna ha quedado sin aliado para defender que las noches son mejores que las mañanas, que las entradas es a “en punto”, no “a menos cuarto”. Jose Luis ya no escuchará música retumbando en el garaje que confirmaba tu entrada triunfal, ni tendrá que esperar media hora en el exterior para que tu aparques el coche antes en la plaza. Melania ya no tendrá con quién hablar de la ruta del bacalao y todos esos grupos de música que al resto nos parecía que hablábais de extraterrestres. Laura siempre echará de menos que le quites ese pendrive de Melendi que tanto odiabas y te hacía rabiar diciéndote que te llevaría caracoles para comer, ahora cada vez que los coma se acordará de ti. Juan Carlos necesita que lo estrangulen un poco, pero no cualquiera, sino solamente cómo lo hacías tú, necesita retroceder en el tiempo y regresar al día que le acompañaste a él y Verónica al festival del salón del manga y claro que cómo olvidar la comida a la que les invitaste y tanto disfrutaron. Buf!! Y Enrique te la tiene jurada con el acompañamiento que hiciste durante esos laaaaaargos 21 días, no te imaginas lo pesado que fuiste, pero lo que disfrutó también con esas charlas profundas que mantuvisteis. Aunque Pilar se reafirma en que te quiere mucho, que siempre estarás presente en su vida, nunca olvidará que eres el único al que lograba engatusar con esos ojitos que pone cuando te decía “Ángel, me das 1 euro” y tú con mucho gusto y a pesar de las muchas veces que te decían que no hay que saltarse el acuerdo económico, se lo ofrecías incluso poniéndolo de tu bolsillo, vamos, como si le hubieras invitado a un café. Claro que Pilar no es la única que recuerda estos trapicheos, Fran también nos confirma que te pedía dinero por adelantado y se lo ofrecías. Rocío sigue partiéndose de risa cada vez que se acuerda de esas “bromas de adultos” que le hacías.
Estos últimos meses con tu ausencia, han sido muy complicados, pero los mensajes nunca han faltado. Laura comparte con nosotros que cuando te pusiste malito le hiciste la confesión de que querías que los pasteleros del Sussu inventaran alguna sustancia de vainilla para diluirla en el gotero, y ya podríamos haberles intentado trasladarle tu petición, que seguro que se habrían ingeniado algo, que ahí eras su cliente VIP de los domingos.
Jose Luis que siempre ha estado más que pendiente de ti, ha tenido la suerte de poder, de alguna manera, despedirse de ti y poder decirte todas las cosas que le hicieron sentirse orgulloso de ti y vuestra amistad, todo lo bueno que le has dado y sobre todo está muy agradecido de haberte acompañado hasta donde nos dejaste, hasta el final.
A todos nosotros en algún momento de nuestra vida compartida nos has lanzado el mensaje de “disfruta mucho de todo lo bueno que nos da la vida” y tu amigo nuestro eres vida. Creemos que al final lo que nos llevamos en esta vida es lo que nos aportan las personas con las que coincidimos, y tú querido Ángel nos has dado a todos una lección, eres excepcional y sabes sacar lo mejor de cada persona. Como dice tu querida Björk “cuando mueres traes contigo todo lo que has dado”. No sé si eres consciente, querido Einyel, todo lo que nos has regalado. Ahora te toca la tarea de seguir ofreciendo tu amor por todo el universo. Egoísmo sería guardarte sólo para nosotros, e injusto para ti.
Amigo te hemos llorado por irte y nos has dejado el hueco que te mereces, pero lo has dejado lleno de amor por lo que puedes marchar tranquilo. Dicen que solo muere quien es olvidado, y si esto es así, te aseguro que tú vivirás eternamente. Como dice Rocío, “ahora te has convertido en mi Ángel de la guarda, una estrella del cielo que siempre estará entre nosotros”. Verónica te manda muchos besos y abrazos porque la ternura que le has transmitido siempre le ha ayudado mucho a calmar los nervios. Jesús te lanza este mensaje y esperamos que le hagas caso: “cada vez que pongas música en el equipo de música que te agenciaste conmigo, espero que estés donde estés lo escuches y te acuerdes de mí”. Pilar nunca podrá olvidar todas las cosas en las que le has ayudado, cosa que recuerda con gran fervor. Enrique no desearía volver a los 21 días, pero sí a los 344 días restantes del año contigo. Juan Carlos de verdad había establecido una conexión muy especial contigo, pero se queda con todas esas conversaciones que se generaban alrededor del crujidito murciano. Fran no deja de pensar en los debates que avivaba contigo, pero que a pesar de tener puntos de vista diferentes siempre acababáis con una risa, así que su mensaje es que “estés donde estés espero que estés bien aunque seguro que lo estás”. Y por último, no podía faltar Rosa que ha querido componerte un poema, como el que acordasteis hacer antes de tu marcha en verano: “me gustaría que las mariposas volaran alrededor de tu sombra y tu mirada; que las estrellas estén muy cerca de ti cada vez que yo esté mirando hacia el cielo. Con todo mi amor, Rosa”.
Como ves, no dejas hueco para la tristeza porque lo ocupa todo el amor.
“Vuela querido amigo, te querré más allá de las cosas del tiempo y el espacio”. Melania
“Hasta siempre Angel, siempre estarás en mi corazón”. Jose Luis
“Un fuerte abrazo desde aquí abajo compañero, hasta que nos volvamos a encontrar. Espero que allá donde estés puedas disfrutar del sabor de esos pastelitos mientras escuchas tú música y lees un buen libro”. Laura
“Vivan las y los MOTOMAMI y MADONNA, ahora eres eterno, continúa con tu performance”. Lobna”