Diariamente, estas residencias son atendidas por personal educativo cuya función es supervisar el nivel competencial y de habilidades de los usuarios en cada una de las áreas que resumen las actividades básicas e instrumentales de la vida diaria.
El Arrebol ofrece un espacio residencial para que personas con diagnóstico en salud mental desarrollen habilidades para enfrentarse a la vida diaria, con el objetivo de apoyar su inclusión dentro de un entorno comunitario.